Italia es lujo, es exhibición, traición, es historia y arte es estado puro. Todo lo que representa el país lo comprimió Gianni Versace en su firma. El emperador del exceso con el que nació el mito de las supermodelos. Gianni Versace nació en Calabria en 1946, hijo de una modista convirtió el taller materno en un parque infantil. 

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                                                                                                         Imagen importada de la revista Vogue 

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“Nací y crecí entre vestidos, y todo lo que sé de moda se lo debo a mi madre”. 

 

Estudio arquitectura, pero se mudo a Milán para comenzar a diseñar para firmas como Callaghan o Genny. En 1976 fundo con su hermano Santos su propia marca, en la que presento su primera línea masculina. Junto a marcas como Armani, Missoni y Gianfranco Ferré puso a Milán en el centro de la moda. Su familia fue la base del negocio, Santos se encargaba de la parte comercial y su hermana Donatella de la línea joven Versus y de los complementos. La primera colección de alta costura llegaría en 1989. Su estilo era una síntesis de artesanía, clasicismo y cultura pop. Sus diseños resultaban inconfundibles inspirándose en la Italia barroca, en los motivos grecorromanos. Actualizo básicos deportivos en materiales de lujo y colores llamativos. 

 

El diseñador convirtió la medusa en su sello mas reconocible, significa seducción y una atracción peligrosa, confeso en una entrevista con el periodista Marcsil. Tenia un apetito voraz de conocimiento, no solo se inspiró en el arte también lo coleccionó. El italiano convirtió a supermodelos como Claudia Schiffer, Linda Evangelista o Cindy Crawford en sus mejores embajadoras. Con ellas sobre la pasarela y las celebrities en primera fila convirtió sus desfiles en un espectáculo divertido e imposibles de olvidar. 

 

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                                                                                                                                                                                                                                                                                                        Imagen importada de tucmagatl

 

 

 

                                                                         Logo de la marca Versace                                           

 

 

 

 

 

Gianni experimento con nuevos tejidos como el oroton, un tipo de malla metalizada en 1982. También proba suerte con el laser que unía materiales sin necesitar de aguja e hilo. En los años 80 empezó a colaborar con el vestuario para operas y ballet de Milán, Leningrado o Bruselas. 

 

“Mi experiencia en La Scala me ha ayudado a encontrar una nueva actitud que dar hacia la ropa” 

 

Jugando con el fetichismo y la sexualidad, sus diseños fueron criticados muy a menudo. “Mis vestidos van dirigidos a mujeres que no tengan miedo de los colores ni de las faldas cortas” dijo en una entrevista durante un viaje en España en 1990. Versace también impregno de excesos sus tiendas de mármol y sus casas, como el palacio del siglo XVIII en el Lago de Como que lo convirtió en su estudio. Allí recibió a figuras como Liz Taylor o Elton John, íntimos amigos a los que vistió. 

 

Versace mantuvo una estrecha amistad con Lady Di a quien vistió en numerosas ocasiones tras su divorcio con el príncipe Carlos. Los vestidos y los trajes de la firma le valdrían para pasar de una Diana tímida a una empoderada. Gianni Versace entendió antes que nadie la importancia de las celebrities y también de los vestidos de alfombra roja. Varios son tan icónicos que tiene hasta página de Wikipedia. 

 

El diseñador murió asesinado por Andrew Cunanan a las puertas de su villa en Miami en 1997. Con 50 años dejaba atrás un negocio que superaba los ochocientos millones de dólares y con 130 boutiques en todo el mundo. Elton John y Lady Di se despidieron de su amigo en un memorial en Milán. Diana lo hizo con un sutil tributo, el bolso de Versace que se asocio después con su nombre. Tras la muerte de Gianni, su hermana Donatella tomo el relevo creativo de Versace hasta hoy. En el año 2018 decide vender la marca por 1.830 millones a Michael Kors, pero sigue siendo la directora creativa de Versace. 

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  Imagen de Pinterest

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                  Imagen de la revista VANITY FAIR